30.11.11

Homenaje a Guillermo O´Donnell

Guillermo O´Donnell, en el recuerdo de la Ciencia Política.

de Asociación Civil Mariano Moreno, el Martes, 29 de noviembre de 2011, 22:37
29 de noviembre de 2011, Ciudad de Buenos Aires.   Quienes estudiamos y nos dedicamos profesionalmente a la Ciencia Política, y a las Ciencias Sociales en general, en la Argentina, comprendemos lo que significa la partida física del Dr. Guillermo O´Donnell en el día de hoy.   Y comprendemos semejante acontecimiento porque todas las personas que pasamos por aulas universitarias hemos leído algunos de sus textos.   Su muerte ha sido anunciada por grandes medios de comunicación como Página 12 y Clarín. Todos han rescatado su trayectoria académica como abogado, politólogo, docente, intelectual, de una época que marcó un eje de estudio necesario para entender los cambios políticos nacionales e internacionales desde el rol de los Estados y las sociedades.   O´Donnell fue autor de relevantes libros y artículos que, seguramente, quedarán impresos en las bibliografías de las Universidades más reconocidas.   Recordamos algunas de sus autorías: Modernización y autoritarismo (1972), El Estado burocrático autoritario (1982), Democracia macro y micro (1982), Transiciones desde un gobierno autoritario(1988), Contrapuntos: ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización (1997), entre otros.   Así recordamos a Guillermo, quienes pasamos por sus aulas como estudiantes, como quienes lo escuchamos alguna vez en algún Congreso académico, en los cuales también demostraba su potencial como expositor. [caption id="attachment_525" align="alignleft" width="190" caption="Politólogo Guillermo O´Donnell"][/caption]   ASOCIACIÓN CIVIL MARIANO MORENO Estudiantes y Graduados/as de Ciencia Política y otras disciplinas de la Universidad de Buenos Aires.

26.10.11

Entrevista a Raúl Pont en Veintires

jueves
27 de Octubre de.2011

Raul Pont, uno de los fundadores, junto a Lula, del PT brasileño

“Todavía no democratizamos la comunicación”

Por Jorge Repiso
20.10.2011
Es amigo de la presidenta Dilma Rousseff. Habló de los medios y de los puntos más importantes para profundizar un modelo de país.
Mirada. Pont estima que deben realizar más reformas para mejorar la calidad de vida de los brasileños.
Raul Pont pasó por Buenos Aires. El dirigente brasileño, uno de los fundadores del Partido de los Trabajadores, llegó invitado por la Asociación Mariano Moreno para un seminario sobre democracia participativa. Dirigente nacional, ex intendente de Porto Alegre, ex diputado y hoy legislador por Rio Grande do Sul, Pont es profesor de teoría política y se dedica, también, al partido que dio a luz hace tres décadas junto con su amigo Luiz Inácio “Lula” da Silva, el PT. Sus escritos sobre cómo llevar adelante estrategias de gobierno, desde la izquierda, y la experiencia acumulada, son suficientes para que un auditorio escuche y pregunte.

–¿Es posible que hoy gobierne otro partido en Brasil?

–Dejemos en claro que éste es un gobierno de coalición. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) tiene un gran peso y hay estados donde están en contra del gobierno.

–¿Lula es la figura omnipresente aun fuera de Brasilia?

–Pesó mucho en la elección pasada y hasta en la composición de gobierno. Su liderazgo dentro del partido es muy fuerte y es una influencia. Habrá elecciones municipales en 2012. Lula mantiene su presencia, pero Dilma tiene personalidad propia y mucha.

–¿Dónde conoció a Rousseff?

–De la lucha estudiantil en los años ‘60. Estuvimos en organizaciones clandestinas y paralelas pero teníamos contacto, principalmente, después de su paso por la cárcel. Yo también estuve preso en esa época y la conocí porque venía a visitar a su compañero. Una vez libres mantuvimos un proyecto común para conseguir la amnistía política. Luchamos por la libertad de presos políticos y el retorno al multipartidismo. La izquierda siempre fue muy reprimida en mi país. El Partido Comunista tuvo hasta el año 1980 sólo un año de legalidad.

–¿Cómo fue la dictadura?

–Entendimos que la dictadura fue más estatizadora que los gobiernos de Getulio Vargas y João Goulart juntos. Hubo un plan de potenciar el país y eso tuvo consecuencias materiales importantes, incluso, una nueva clase obrera. Esa clase que Lula expresó muy bien en São Bernardo do Campo, centro industrial paulista. Junto con las grandes universidades, estaban creadas las condiciones para que él creciera.

–Hábleme de Dilma.

–Siempre fue muy reconocida por su capacidad de trabajo, tenacidad y concentración.

–Pero varios ministros fueron eyectados. ¿En qué se falló?

–Es el precio de la coalición, fueron ministros que salieron de otros partidos. La mayoría escogió organizar una gobernabilidad tradicional para tener mayoría en las cámaras. En los estados, probamos que era posible gobernar con minorías y tener legitimidad. El sistema electoral es gran instrumento de corrupción porque no está montado en los partidos. Dilma accionó rápido cuando se probaba cada denuncia de corrupción.

–Según una encuesta, hay gente que desea la vuelta de Lula en perjuicio de una reelección de Dilma.

–Él es un tipo con una relación popular muy cercana. Si a ella le pedís una opinión, te va a sacar datos y estadísticas, es muy racional. Lula, en cambio, hace una broma, habla de fútbol y pregunta por tu familia. Debe pasar por ahí.

–Después de tres gobiernos, ¿es el Brasil que soñaron?

–Hubo mejoras en muchos aspectos de la vida en un país más republicano y se está rompiendo con veinte años de neoliberalismo. Pero no democratizamos la comunicación ni alcanzamos a hacer la reforma tributaria, ni el código ambiental. Recuperamos un mínimo por la memoria por la dictadura, pero no hay ni un militar encarcelado.
20.10.2011

10.10.11

Un reconocimiento al Dr. Mariano Moreno



PEDIDO A LA PRESIDENTA

Un reconocimiento al Doctor Mariano Moreno

Publicado el 10 de Octubre de 2011



A pesar de la profundidad de sus reflexiones, durante años se dejaba a Mariano Moreno como una simple figurita del Billiken o cuanto mucho como el impulsor del periodismo, militante por cierto.
 
Durante la Revolución de Mayo, Mariano Moreno sostenía la existencia de una “sublime ciencia que trata del bien de las naciones”. En un escrito titulado “Sobre las miras del Congreso que acaba de convocarse”, el jacobino se preocupaba más por lo que iban a votar los congresales que por cómo lo iban a hacer. En su reflexión estaba presente la búsqueda de un gobierno construido en la plena libertad basada en la igualdad. Sin duda, las reflexiones políticas del joven revolucionario lo ameritan para ser considerado el primer politólogo argentino.
Si quedan dudas, basta salirse de la corta mirada que atribuyen a Moreno unos pocos meses de actividad política. Desde sus estudios, en la convulsionada Universidad de Chuquisaca, la explotación que recibían los indígenas despertó su mirada crítica y centró sus investigaciones en realizar una tesis para la defensa de sus derechos. Por eso, “Disertación Jurídica. Sobre el servicio personal de los indios en general” (1802) es un llamado a la Igualdad.
Comprendiendo los cambios de su época, con la expansión del capitalismo y las revoluciones burguesas, detalló el impacto que tuvo la llegada de los británicos a la ciudad en “Sobre la invasión de Buenos Ayres” (1806), y además de defender el libre cambio (contra el proteccionismo imperial español) en “Representación de los Hacendados” (1809), sostenía la necesidad de pensar nuevos marcos tributarios y organizativos, incipientes para una nueva relación internacional, donde subyace la necesidad de independizarse de España.
Al avanzar en la osadía de constituir la Junta de Gobierno, ese 25 de mayo de 1810, su participación en la misma estuvo centrada en dar forma a un proyecto de país. Como citamos, en “Sobre las miras del Congreso”, sostuvo imperiosamente la necesidad de redactar una Constitución y avanzar en un Estado Independiente. Pero no cualquier institución, sino una república con las mejores leyes, donde convocaba a pensarla. En ese texto decía: “Mis discursos no llevan otro fin que excitar los de aquellos que poseen grandes conocimientos.”
Un nuevo Estado con democracia basado en la igualdad, como lo impulsa en el “Prólogo al Contrato Social de Rousseau”, y sostenido en la libertad, tal como lo desarrolla en “Plan de Operaciones”, donde diseña una propuesta para la emancipación de las provincias del Río de la Plata. Además, ese gobierno debía garantizar la publicidad de sus actos de gobierno (La GaZeta de Buenos Ayres). Por ese medio, divulgó la necesidad de propiciar educación y cultura (Fundación de la Biblioteca Nacional), garantizar la pluralidad de voces (Sobre la Libertad de Escribir) y la base de la igualdad (Sobre la supresión de los honores del Presidente). 
A pesar de la profundidad de sus reflexiones, durante años se dejaba a Mariano Moreno como una simple figurita del Billiken o cuanto mucho como el impulsor del periodismo, militante por cierto. Quizás, para los liberales era demasiado jacobino o para los revisionistas era excesivamente librecambista, lo que provocó cierta ausencia en las citas y reivindicaciones políticas. Sin embargo, como la historia se reinterpreta en el presente, Mariano Moreno está inspirando los discursos de los gobernantes contemporáneos.
De hecho, en el marco del Bicentenario, la misma presidenta destacó como aporte de Moreno sus reflexiones sobre Igualdad. Según ella: “Muchos podrían repetirlas sin omitir una sola coma.” A su vez, como base de ese legado, sostuvo: “Siempre hablamos de la igualdad de oportunidades. Aprendimos en estos 200 años de historia que igualitarismo es algo diferente a la igualdad de oportunidades.”
Y esta reivindicación de Mariano Moreno en el presente, es el claro aporte de sus reflexiones. Pensarlo como primer politólogo, a partir de reconocer el “Día Nacional” de los graduados y graduadas en esa disciplina, no es una mera efeméride, sino la clara apuesta hacia una base constitutiva de nuestra democracia.
Desde el liberalismo de Alberdi y Sarmiento, pasando por los de Ramos Mejía y Zeballos; tomando el nacionalismo de Scalabrini Ortiz y Jauretche; y hasta considerando el socialismo de Silvio Frondizi; Argentina aportó grandes politólogos. Y las mujeres no se quedan atrás, a pesar de estar proscriptas hasta el voto femenino conseguido por la lucha de Eva Perón, desde la militancia aportaron reflexiones. La misma Guadalupe Cuenca, esposa de Moreno, con sus cartas describía la situación política de su época, pasando por Julieta Lentieri o Alicia Moreau de Justo, pelearon por ampliar la Democracia. 
En la actualidad, muchos politólogos argentinos se destacan en el mundo, como Guillermo O’Donnell, Ernesto Laclau y Atilio Borón. A otros colegas podemos leerlos en los medios, como Luis Tonelli,  Hernán Brienza, Fabián Bossoer o María O’Donnell. Incluso, con sus aristas, están en el escenario político, como Juan Manuel Abal Medina o, en el otro extremo, Patricia Bullrich.
La propuesta de declarar el 23 de septiembre, fecha de nacimiento de Moreno, como Día Nacional del Politólogo estuvo presente en el Parlamento argentino, recibió media sanción en Diputados y estuvo en orden del día en senadores, perdiendo su estado parlamentario. Ojalá que estas líneas motiven a avanzar en este reconocimiento por parte del Congreso. 
Incluso, sería oportuno plasmar la figura de Mariano Moreno en un billete de la Nación. Parece increíble que nunca estuvo en nuestras monedas, sin duda es un tema pendiente. Sería un reconocimiento a la importancia del pensamiento político, que a lo largo de nuestra historia estuvo pensando el destino de nuestro país. La Ciencia Política deja paso a la Política. <
Tu voto fue guardado.

3.10.11

Entrevista a Raúl Pont en Tiempo Argentino

http://tiempo.elargentino.com/notas/necesitamos-todavia-mas-estado


“Necesitamos todavía más Estado”

Publicado el 3 de Octubre de 2011

El ex alcalde de Porto Alegre e integrante de la mesa de conducción del Partido de los Trabajadores de Brasil repasó la agenda de desafíos que encara el gobierno de Dilma Rousseff y que consta de tres ejes principales: avanzar en una modificación del sistema electoral, impulsar una reforma tributaria y conseguir la democratización de los grandes medios de comunicación. Pont analizó también la actual crisis internacional y las viejas recetas ortodoxas.

Cuáles son los dilemas que atraviesa el gobierno de Dilma Rousseff? ¿Cómo ven los miembros del Partido de los Trabajadores de Brasil las leyes de Reforma Política y de Servicios de Comunicación Audiovisual aprobadas en 2009, cuando el gobierno de Cristina Fernández se recuperó de una derrota electoral a pura iniciativa política? Algunas respuestas a estos interrogantes –como también a los temores que dispara la crisis económica mundial– se pueden encontrar en los argumentos de Raúl Pont. Miembro de la Dirección Nacional del PT, diputado estadual, ex alcalde de Porto Alegre, Pont visitó recientemente la Argentina para participar de las jornadas sobre presupuesto participativo organizadas por la asociación civil Mariano Moreno.
El brasileño recibió a Tiempo Argentino en el Centro Cultural de la Cooperación y revisó una agenda de cambios estructurales que debe encarar Dilma que consta de tres ejes: una reforma electoral que elimine el voto nominal para el Parlamento y establezca el financiamiento público de las campañas proselitistas –como se instauró en la Argentina con la Ley 26.571–, un cambio tributario y la democratización de los grandes medios de comunicación.


–¿La Argentina debe preocuparse por la devaluación del real?
–Es más una corrección que una política deliberada que busca establecer una nueva relación con la Argentina, que por otra parte ha venido creciendo mucho en su comercio con Brasil. El deseo del gobierno de Dilma es mantener un equilibrio. Por el lado argentino puede haber ahora una grieta o un perjuicio, pero en Brasil nuestro sector exportador de calzados se resentía mucho por la caída del dólar en relación al real. Por lo que yo conozco del partido (por el PT), y por lo que conozco de las personas que están en el ministerio (de Hacienda), estas medidas no consisten en una política de largo plazo para tener posiciones más agresivas en la exportación. Es una corrección en el marco de un proceso.
–¿Cómo ven el gobierno brasileño y el PT la crisis internacional, con Grecia aplicando más y más ajustes?
–Esto demuestra lo que decíamos con Lula y lo que dijimos con Dilma en la disputa electoral. Demuestra que las políticas de Estado mínimo, de que los Estados pierdan su capacidad de hacer política industrial por no controlar el cambio y la moneda, son un gran error. Esta crisis también demuestra que el raciocinio de la gran banca francesa y alemana es casi de rapiña. Y para nosotros refuerza la idea de que necesitamos más Estado, más regulación, más control. En momentos como estos, cuando el mundo atraviesa esta crisis, el Estado tiene que cumplir un papel de intervención, de planificación. Hay que garantizar créditos, tener control sobre la moneda y no pensar el Banco Central como quieren los neoliberales, dirigido por los humores del mercado y los bancos privados. Eso Dilma lo tiene muy claro. Por ahí no vemos mayores problemas. El problema mayor del gobierno es el sistema electoral que tenemos en Brasil.
–¿Por qué?
–Hoy el PT puede ganar elecciones solo o con algunos aliados pequeños de izquierda. La victoria electoral es posible. El problema es gobernar después. Y, sobre todo, gobernar con un programa de transformaciones, con un programa de compromiso social. Esa es la dificultad. Y es un problema en el cual tenemos diferencias hacia adentro del partido. La discusión es cómo construir la legitimidad de gobierno. La gobernabilidad está basada en el Congreso, en la Cámara del Senado. Y para eso Lula llamó a otros partidos, para componer una mayoría que no es tan mayoritaria, pero sí lo suficiente para garantizar algunas cosas. Pero otras quedan afuera. Como la Reforma Electoral, un cambio tributario –que ni Lula alcanzó a votar y que Dilma defiende pero no tiene mayoría para aprobar– y alguna democratización de los grandes medios de comunicación, principalmente la TV y la radio, que son decisivos para la formación de la opinión pública.
–Dilma autorizó el ingreso de las telefónicas al negocio de la televisión por cable. ¿Es coherente esa medida con una democratización de los grandes medios?
–En parte hay una reivindicación de esos sectores (por las telefónicas), de trabajar también con redes a cable. Por otro lado, el gobierno también ha creado y mejorado mucho una red propia de comunicación, pero aún no se compara con los grupos privados. La propiedad cruzada de medios gráficos, radio y televisión, que en la mayoría de los países más democráticos no es posible porque está impedida por la ley o incluso por la Constitución, en Brasil ha conformado un poderoso oligopolio que no es fácil enfrentar. Se hace muy difícil llegar con otro tipo de información. La búsqueda de la democratización (de los grandes medios), que ahora apareció como resolución del IV Congreso del PT, ya causó una dura reacción en los grandes diarios y las televisiones privadas. Dijeron que esto significaba el avance de la censura. Pero no hay nada de eso. 
–¿Por qué propone modificar el sistema electoral de Brasil?
–En Brasil, el Congreso está dominado por los grandes medios privados porque en Brasil el voto es nominal. Se vota por nombre, no por lista como aquí. Se vota nominalmente a cada candidato, y con fuerte financiamiento privado. Eso deriva en un problema de gobernabilidad. Mire: Lula hizo un promedio de 50 millones de votos en la primera vuelta. Dilma proporcionalmente cayó un poquito pero logró 50 millones de votos. En cambio, los partidos que sustentaban su candidatura –el PT, el PCdoB y el PSB– no llegaron a 15. ¿A dónde van los otros 35 millones de votos que apoyaron a Lula o a Dilma? Se pierden en el voto nominal, individual, dominado por el poder económico y pulverizado en 30 partidos sobre los que la gente no sabe lo que piensan, lo que son. Algunos con vínculos fuertes con cultos evangélicos. El sistema electoral además permite las coaliciones proporcionales para disputar la conducción de las Cámaras, de las asambleas provinciales. Eso deriva en que usted puede votar a un partido pero termina eligiendo a otro. Es contradictorio con la idea de la representación. <

28.9.11

Pedido a la Presidenta - Reconocimiento a Mariano Moreno


Pedido a la Presidenta

Un reconocimiento al Dr. Mariano Moreno

Las reflexiones políticas del joven revolucionario lo ameritan para ser considerado el primer politólogo argentino.

“mis discursos no llevan otro fin que excitar los de aquellos que poseen grandes conocimientos - Mariano Moreno”


Ricardo Romero
Politólogo UBA/UNSAM – 
Asociación Civil Mariano Moreno 

Durante la Revolución de Mayo, Mariano Moreno sostenía la existencia de una “sublime ciencia que trata del bien de las naciones”. En un escrito titulado “Sobre las miras del Congreso que acaba de convocarse”, el jacobino se preocupaba más por lo que iban a votar los congresales, que por cómo lo iban a hacer. En su reflexión estaba presente la búsqueda de un gobierno construido en la plena libertad basada en la igualdad. Sin duda, las reflexiones políticas del joven revolucionario lo ameritan para ser considerado el primer politólogo argentino.
Si quedan dudas, basta salirse de la corta mirada que atribuye a Moreno unos pocos meses de actividad política. Desde sus estudios, en la convulsionada Universidad de Chuquisaca, la explotación que recibían los indígenas despertó su mirada crítica y centró sus investigaciones en realizar una tesis para la defensa de sus derechos. Por eso,  “Disertación Jurídica. Sobre el servicio personal de los indios en general (1802)” es un llamado a la Igualdad.
Comprendiendo los cambios de su época, con la expansión del capitalismo y las revoluciones burguesas, detalló el impacto que tuvo la llegada de los británicos a la ciudad, en “Sobre la invasión de Buenos Ayres (1806) y además, de defender el libre cambio (contra el proteccionismo imperial español) en “Representación de los Hacendados -1809-”, sostenía la necesidad de pensar nuevos marcos tributarios y organizativos, incipientes para una nueva relación internacional, donde subyace la necesidad de independizarse de España.
Al avanzar en la osadía de constituir la Junta de Gobierno, ese 25 de mayo de 1810, su participación en la misma estuvo centrada de dar forma a un proyecto de país. Como citamos, en “Sobre las miras del Congreso”, sostuvo imperiosamente la necesidad de redactar una constitución y avanzar en un Estado Independiente. Pero no cualquier institución, sino una república con las mejores leyes, donde convocaba a pensarla. En ese texto decía: “mis discursos no llevan otro fin que excitar los de aquellos que poseen grandes conocimientos”.
Un nuevo Estado con democracia basado en la igualdad, como lo impulsa en el “Prólogo al Contrato Social de Rousseau”, y sostenido en la libertad, tal como lo desarrolla en “Plan de Operaciones”, donde diseña una propuesta para la emancipación de las provincias del Río de la Plata. Además, ese gobierno debía garantizar la publicidad de sus actos de gobierno (“La Gaceta de Buenos Ayres). Por ese medio, divulgó la necesidad de propiciar educación y cultura (Fundación de la Biblioteca Nacional), garantizar la pluralidad de voces (Sobre la Libertad de Escribir) y la base de la igualdad (Sobre la supresión de los honores del Presidente).
A pesar de la profundidad de sus reflexiones, durante años se dejaba a Mariano Moreno como una simple figurita del Billiken o cuanto mucho como el impulsor del periodismo, militante por cierto. Quizás, para los liberales era demasiado jacobino o para los revisionistas era excesivamente librecambista, lo que provocó cierta ausencia en las citas y reivindicaciones políticas. Sin embargo como la historia se reinterpreta en el presente, Mariano Moreno está inspirando los discursos de los gobernantes contemporáneos.
De hecho, en el marco del Bicentenario, la misma Presidenta destacó como aporte de Moreno sus reflexiones sobre Igualdad. Según ella: “muchos podrían repetirlas sin omitir una sola coma”. A su vez, como base de ese legado, sostuvo “Siempre hablamos de la igualdad de oportunidades. Aprendimos en estos 200 años de historia que igualitarismo es algo diferente a la igualdad de oportunidades”.
Y esta reivindicación de Mariano Moreno en el presente, es el claro aporte de sus reflexiones. Pensarlo como primer politólogo, a partir de reconocer el Día Nacional de los graduados y graduadas en esa disciplina, no es una mera efeméride, sino la clara apuesta hacia una base constitutiva de nuestra democracia.
Desde el liberalismo de Alberdi y Sarmiento, pasando por los de Ramos Mejía y Zeballos; tomando el nacionalismo de Scalabrini Ortiz y Jauretche; y hasta considerando el socialismo de Silvio Frondizi; Argentina aportó grandes politólogos. Y las mujeres no se quedan atrás, a pesar de estar proscriptas hasta el voto femenino conseguido por la lucha de Eva Perón, desde la militancia aportaron reflexiones. La misma Guadalupe Cuenca, esposa de Moreno, con sus cartas describía la situación política de su época, pasando por Julieta Lentieri o Alicia Moreau de Justo, pelearon por ampliar la Democracia.
En la actualidad, muchos politólogos argentinos se desatacan en el mundo, como Guillermo O`Donnell,  Ernesto Laclau y Atilio Borón. A otros colegas podemos leerlos en los medios, como Luis Tonelli,  Hernán Brienza, Fabián Bossoer o María O`Donnell. Incluso, con sus aristas, están en el escenario político, como Juan Manuel Abal Medina o, en el otro extremo, Patricia Bullrich.
La propuesta de declarar el 23 de septiembre, fecha de nacimiento de Moreno, como Día Nacional del Politólogo estuvo presente en el parlamento argentino, recibió media sanción en diputados y estuvo en orden del día en senadores, perdiendo su estado parlamentario. Ojala que estas líneas motiven a avanzar en este reconocimiento por parte del Congreso.
Incluso, sería oportuno, plasmar la figura de Mariano Moreno en un billete de la Nación. Parece increíble que nunca estuvo en nuestras monedas, sin duda es un tema pendiente. Sería a un reconocimiento a la importancia del pensamiento político, que a lo largo de nuestra historia estuvo pensando el destino de nuestro país. La Ciencia Política deja paso a la Política.

24.9.11

Entrevista a Raúl Pont - citan a la Moreno